La gallinita del Moreno




 ¿Ondestá la gallina? Mami, ¿la gallina? Ame la gallina, mamá- pide el Moreno estos días insistentemente, encantado con una gallinita de trapo procedente de una granja heredada de sus primos. Tenemos la granja y un montón de animalitos, todos de tela, pero a mi mayor le interesa solo la gallinita. Juega a que pone huevos, sospechosamente parecidos a piedras y la lanza por los aires de continuo en un vano intento por que vuele, como cualquier pájaro, o más bien como cualquier juguete que cae en sus manos. De hecho buscar la dichosa gallina es el deporte principal últimamente en Estacasa, junto con localizar playeros y calzoncillos limpios (la operación pañal es lo que tiene).

 Total que esta mañana para el paseo no consigo que dejen a los animalitos en casa y bajan el Rubio con un caballito y el Moreno, ¡como no!, con la gallina. Y entre lanzamientos salvajes de la susodicha tobogán abajo y columpio arriba, escucho como mi Moreno se apresta a salvarla a grito pelao, de los peligros que él mismo le provoca:

 -¡Voy a descatate! ¡No te muevas, "Chicaleta"!- Y ya, para el descojone general mío y de los demás papás del parque, se oye de pronto el inconfundible grito de guerra de cualquier mozo de la edad del Moreno: "¡no hay nada impocible... pada la patulla canina!!" Y así siguió, encantado de la vida, estresando a la pobre gallinita en lanzamientos cada vez más inverosímiles que la dejaban a merced de peligrosos "rescates".  Cuando no la rescataba Chase, la rescataba Marshall... o Ravel... y así toda la mañana.

 Se desveló el misterio: la gallina es "Chicaleta". ¡Acabáramos!

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